Cada vez están más extendidos estos términos de calzado respetuoso, minimalista o barefoot, son términos diferentes pero que tienen unas características comunes y es que es un tipo de calzado que solo se utiliza para proteger el pie de los daños externos pero que se adapta a él y no interfiere de forma alguna en la marcha ni modifica la forma del pie.
Es un calzado de materiales moldeables, de calidad, qué también cuida el medio ambiente, sin tóxicos en sus procesos de elaboración.
Su principal función es que el pie ande como si fuera descalzo pero con la protección frente a agresiones del medio, por lo que las suelas de este tipo de calzado son totalmente planas sin elementos anatómicos que interfieran, nada de drop, ni plantillas amortiguadas, nada de patas de elefante, solo una suela y plantilla plana para poder estar en contacto con el suelo lo más posible.
Por supuesto espacio suficiente para los dedos, con punteras anchas y hormas rectas para tener un espacio óptimo para nuestros pies.
Totalmente flexibles y torsionables, sobre todo por la zona de los metatarsianos y sin contrafuerte o con poco contrafuerte.
En el caso del calzado respetuoso en niños y niñas, este es mucho más importante, sobre todo en sus primero 3-4 años ya que sus pies se comienzan a desarrollar, y es donde van a adquirir la marcha, hasta que esta se vuelve una marcha ya madura, y es muy importante que todo este proceso sea de la forma más natural posible, sin que ningún elemento externo interfiera en ella.
¿Cuáles son los beneficios del calzado minimalista?
-Permite la movilidad plena, para que al iniciar el paso se haga de la forma más natural posible, como si fueran descalzos.
– Sobre todo en niños que comienzan a caminar, utilizar calzado con suelas finas les va a permitir aprender a caminar con mucha más ventaja, ya que su cerebro recibe mucha más información extra del suelo que pisa y va a poder adaptarse mucho mejor.
-Permite un desarrollo natural del pie, sin oprimir sus dedos, sin elementos rígidos que fuercen al pie a posturas antinaturales, sin rozaduras ni daños.
-Fortalecen los músculos del pie y de la pierna al tener libre movimiento.
– Al no tener amortiguación no debilitan las articulaciones.
-Evitamos lesiones, malformaciones y otros trastornos totalmente evitables, como los juanetes, fascitis plantar, dedos en garra o martillo etc..
-Fomenta la estabilidad y el equilibrio, gracias a mantener el pie en total horizontalidad, adaptándose así a cualquier terreno y evitando esguinces y torceduras.
-Evitamos futuros problemas de cadera, rodillas y espalda, que debido a la utilización de plantilla y elevaciones originan tensiones en músculos y articulaciones.
Por todas estas razones vamos a garantizar un desarrollo óptimo de toda la musculatura y su soporte óseo.
Espero que os resulte útil e interesante, si queréis conocer más sobre este tema os animo a seguir leyendo, tenemos mucha información sobre este tema.
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